Donkey Kong Country 2: la aventura épica de Diddy Kong

Hace mucho tiempo, por ahí de 1981, Shigeru Miyamoto creó un juego arcade muy conocido por todos como Donkey Kong, en donde DOS personajes peculiares pronto se convertirían en grandes íconos de Nintendo: Mario y, precisamente, Donkey Kong. Si bien es cierto que Donkey Kong era un personaje carismático, no tenía tantas entregas como el plomero bigotón, limitándose a una secuela con el nombre de Donkey Kong Jr. y como un personaje seleccionable dentro de Mario Kart, que en realidad era Donkey Kong Jr.

Fue en 1994, cuando Rare se tomó la tarea de revivir la popularidad de este carismático primate con su propia aventura: Donkey Kong Country, lanzado para el Super Nintendo. Donkey Kong, en compañía de su admirador y mejor amigo Diddy Kong, debían emprender una odisea llena de acción y peligro para recuperar su más preciado tesoro: una gran dotación de bananas (vamos, ¿a qué primate no le gustan las bananas?), el cual fue robada por el malvado rey K. Rool y su ejército de Kremlings. Fue muy aclamado en su tiempo, ya que era un juego de plataformas en 2D con escenarios en 3D, un logro técnico sorprendente para la época de los 16 bits.

El principio de una gran franquicia.

Sin duda, fue un gran título, pero algo le faltaba, era entretenido pero muy simple a la vez. Le faltaba la chispa y esencia que caracterizó a Super Mario World o su aclamada secuela, Yoshi´s Island. Entonces, fue un año después, cuando Rare puso toda la carne al asador y se puso a trabajar para crear una secuela exitosa. ¿El resultado? Donkey Kong Country 2: Diddy´s Kong Quest. No solamente superó a su antecesor de forma apabullante, sino que también se convirtió en un clásico memorable dentro de la historia de los videojuegos.

Mi primer acercamiento con Donkey Kong Country fue precisamente con Diddy´s Kong Quest, el cual recibí como un regalo de cumpleaños en mi infancia. Era un juego muy hermoso, me sentía atrapado por sus mundos coloridos y diversos así como su maravilloso soundtrack; pasé muchas horas de diversión con este título. Incluso, como solía comprar las revistas de Club Nintendo, conseguí los ejemplares que traían la guía completa, con el fin de poder completarlo al 100%. Diddy´s Kong Quest tiene un lugar especial en mi corazón, además de convertirse en una de mis franquicias favoritas.

Me sentía atrapado por sus mundos coloridos y diversos así como su maravilloso soundtrack; pasé muchas horas de diversión con este título.

Un clásico que siempre estará en nuestros corazones.

Pero a todas estas ¿qué tanto cambió con respecto al original? Para haber salido un año después, Diddy´s Kong Quest sufrió muchos cambios, desde aspectos como la dificultad, el diseño variado de sus niveles con mejoras gráficas y en las mecánicas de juego, las cuales explicaré más adelante; era mucho más sólido y completo con respecto a la primera entrega. En cuanto a la trama, nuestro gorila con corbata favorito fue capturado por el malvado K. Rool, quien dejó de ser rey para convertirse en un pirata (ser pirata es la onda, ARRR!). La familia Kong no sabía qué hacer ante esta terrible situación y es ahí cuando Diddy decide ir al rescate de Donkey Kong ante la sorpresa de todos. Pero no lo haría solo, ya que Dixie, su mejor amiga (o más bien su novia), lo acompañaría en esta aventura.

El viaje de Diddy, en cierta forma, es interesante, ya que habla de un viejo término conocido en el mundo literario y en la cultura general, el viaje del héroe. Si bien es cierto que la historia no es nada compleja, podemos ver cómo Diddy se adentra en esta aventura llena de peligros y obstáculos, con el fin de rescatar su héroe, mentor y mejor amigo; es emotivo porque vemos cómo es que este pequeñín, diseñado originalmente para ser un sidekick (ayudante), pronto se convertiría en un gran héroe. Incluso podría decirse que Diddy´s Kong Quest tiene su moraleja: no importa quién o cómo seas, todos estamos destinados para hacer cosas grandes.

El viaje del héroe para salvar a un gran amigo.

Diddy sigue siendo el mismo personaje rápido y ágil de la primera entrega con su característico Carthwheel Jump, un movimiento que consiste en una marometa, capaz de eliminar a varios enemigos pequeños a la vez. Lo que lo hace llamativo, es que al estar al borde de un precipicio y al activarlo con el botón Y, podemos estar un momento en el aire antes de que Diddy complete la marometa, lo que nos dará la oportunidad de presionar el botón de salto en el último momento para poder llegar a lugares difíciles. Por otro lado, tenemos a Dixie Kong, un personaje completamente nuevo y, al contrario de Diddy, es algo lento a pesar de ser del mismo tamaño que nuestro protagonista. Sin embargo, su lentitud se compensa con su cabello con forma de cola de caballo, el cual puede utilizar al mantener presionado el botón Y en el aire, haciendo que Dixie de vueltas como si tratase de un helicóptero, permitiéndole descender lentamente mientras cae, con el fin de tener un aterrizaje seguro y llegar a lugares a los que Diddy no puede acceder.

Entre los cambios más importantes dentro del juego, fueron los bonus stages. Se volvieron más complejos y con tiempo limitado, pero sin perder la diversión que los caracterizaba; además, ahora están representados con un barril con la letra B en el exterior. Éstos se dividían en 3 categorías: Destroy them all, donde teníamos que eliminar a todos los enemigos, Find the token, donde debíamos buscar una moneda y por último Collect all Stars que, como su nombre lo indica, debíamos recolectar cierto número de estrellas. Al final de cada bonus stage, éramos recompensados con una Kremcoin, una moneda con el rostro de K. Rool, las cuales podíamos cambiar con Klubba, un kremling que desayuna, almuerza y cena esteroides anabólicos, para acceder a su barril dorado que nos llevaba a The Lost World, un mundo que nos permitirá completar el 100% del juego.

Si no quieres recibir un garrotazo, debes pagar la cuota.

Y hablando de monedas, también nos encontraremos con las Hero Coins, unas monedas doradas de gran tamaño con las letras de DK, que como su nombre lo indica, sirven para probar la valentía de nuestro pequeño héroe. Hay una moneda dentro de cada nivel del juego y, al igual que las Kremcoins, son importantes para poder completar el juego, incluso las podemos obtener en The Lost World como recompensa dentro los bonus stages. Algunas eran fáciles de conseguir, otras no tanto, pues tenías que recurrir de tu habilidad para conseguirlas todas.

Lo que uno debe hacer para convertirse en héroe.

Mientras que en Donkey Kong Country todo se desarrollaba en Donkey Kong Island, en Diddy´s Kong Quest nuestros pequeños héroes tenían que adentrarse en territorio enemigo, Crocodile Island, guarida del capitán K. Rool y hogar de los Kremlings. El diseño de los niveles era más vasto y colorido que lo visto en el primer juego. Los mundos eran diversos, iban desde un galeón pirata, una caverna llena de lava hasta incluso un bosque embrujado.

Uno de mis escenarios favoritos era Krazy Kremland, el cuarto mundo del juego. Como su nombre lo indica, es un parque de diversiones tal cual, lleno de atracciones algo peligrosas y con un par de colmenas a las afueras del parque, después de todo, los malos también tienen derecho a divertirse de vez en cuando. Dentro de este mundo había un nivel bastante peculiar llamado Rickety Race, el cual consistía en una carrera dentro de una montaña rusa hardcore (porque los rieles de la atracción estaban rotos) y tus rivales eran unos Kremlings llamados Klanks, quienes estaban montados en carritos en forma de calavera, los cuales tenías que rebasar (o más bien eliminar), para conseguir el primer lugar y obtener la Hero Coin del nivel como premio. Al principio, vencer a los primeros Klanks es cosa fácil, pero poco a poco la velocidad de éstos iba en aumento, las subidas y bajadas de la montaña rusa eran cada vez más constantes y debías ser muy calculador a la hora de evadir los rieles rotos. Eliminar a los Klanks lo más pronto posible se volvía más difícil, el más mínimo error significaba volver a empezar el nivel para obtener la Hero Coin.

Un parque de diversiones que no tiene las medidas de seguridad apropiadas para operar.

Otro de los aspectos por el que Diddy´s Kong Quest fue muy reconocido, era por su elevado nivel de dificultad. La anécdota de Rickety Race sólo fue una pequeña probada de lo que este juego nos tenía preparados. Prueba de ello lo podíamos ver también en Krem Quay, el 3er mundo del juego, concretamente en un nivel llamado Slime Climb. Al comenzar, el nivel del agua va en aumento y debíamos subir rápidamente a los mástiles del barco para no caer. Pero si los personajes sabían nadar, ¿entonces por qué debíamos evitar el agua a toda costa? ¡Oh! Omití un pequeño detalle, dentro del agua existe un ser terrible, que deja a Bruce el tiburón de Buscando a Nemo o a los mosasaurios de la Era del hielo 2 como unos auténticos peleles: este ser se llamaba Snapjaw y es una pequeña piraña de color rosa. Pero que no te engañe su tamaño y mucho menos su color nada intimidante, Snapjaw es un enemigo feroz que caza a nuestros héroes conforme el agua va subiendo de nivel, si caemos, será el fin. Y solo para empeorar un poco más las cosas, Snapjaw era completamente invencible, le podíamos lanzar barriles, cajas, bombas o incluso una Genkidama, pero nunca podías ponerle un dedo encima a este pequeño pero letal pececito.

Debes tocar los barriles verdes, porque si no, el fantasma te llevará al otro mundo.

No podría dejar atrás su majestuoso soundtrack, de la mano de un viejo conocido, David Wise, quien ya había participado anteriormente componiendo el soundtrack del primer Donkey Kong Country. Una de las melodías más memorables dentro de Diddy´s Kong Quest, es la del nivel Bramble Blast, en Krem Quay. Generalmente es tranquila, algo raro en un nivel que está compuesto de ramas de gran grosor llenas de espinas y muchos barriles, donde la precisión era fundamental. La melodía nos invita a apreciar el escenario mientras buscamos la forma de pasar el nivel y de apreciar el hermoso cielo azul del fondo a pesar de verse opacado por las ramas. El soundtrack de este juego es una obra arte, quizás el mejor de toda la serie.

Podría seguir hablando de lo maravilloso que es Diddy´s Kong Quest, sus fantásticos enemigos con uniforme de pirata, los miembros de la familia Kong, etc. Así es como recordamos a una de las tantas joyas que existen dentro del mundo de los videojuegos y de la biblioteca de Nintendo. Quizás conseguir el cartucho original sea algo difícil de encontrar, pero para aquellos que buscan revivir su infancia y los que son más jóvenes y quieren conocer este gran título, lo pueden conseguir a través de la eShop de Wii U a un precio accesible. Dígannos, ¿cuál ha sido su momento más memorable dentro de Diddy´s Kong Quest?


Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus Media.

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